
¿Qué pasa cuando salvas un Bronco del desguace y lo entregas a unos locos del off-road con carta blanca para hacer lo que quieran? Que nace algo como ‘El Bandito’: un aparato brutal de más de 1.000 CV de potencia, medio camión trophy truck, medio buggy del desierto y con una pinta que parece sacada de la saga de 'Mad Max'.
Esta barbaridad de Ford Bronco es uno de los proyectos más salvajes jamás firmados por Ford Performance y Fun-Haver Off-Road, que debutó hace algo más de un año con el mismísimo Loren Healy (campeón del King of the Hammers) a los mandos. En el espectacular vídeo al estilo gymkhana de Ford Performance demuestra que no hay terreno ni salto que se le resista.
Nacido para morir… y resucitado para reinar
El coche que ves rugiendo, saltando y derrapando entre polvo y rocas fue, en su día, un Bronco de preproducción destinado al desguace. Era un simple vehículo de marketing sin futuro. Pero Loren Healy, figura clave del off-road americano más extremo, vio potencial donde otros solo vieron chatarra.
Durante el King of the Hammers logró comprárselo a Ford por un dólar simbólico, con la promesa de crear algo “increíble”, y fue dicho y hecho. El resultado es ‘El Bandito’: un todoterreno muy al estilo Baja con motor V8 sobrealimentado que alcanza los 1.014 CV, una carrocería hecha a medida y una suspensión tan bestia que hace que los baches desaparezcan del mapa.
Bajo el capó de 'El Bandito' no hay lugar para grises. El propulsor es el 5.2 litros V8 del Mustang GT500, supervitamiando hasta los 1.014 CV gracias a un compresor Whipple de 3.8 litros. Pero esto no va solo de caballos.
La gracia de ‘El Bandito’ está en cómo los entrega. La caja de cambios, hecha a medida, es similar a las que llevan los monster trucks, para entregar la potencia sin contemplaciones. Además, tiene tracción total, freno de mano hidráulico (herencia del piloto de drift Vaughn Gittin Jr., socio de Healy en RTR Vehicles) y suspensiones que parecen salidas de la NASA.
Estas tienen un recorrido de 50 cm delante y 66 cm detrás y amortiguadores FOX Live Valve, que se ajustan en tiempo real según el terreno. ¿Resultado? Puedes ir a más de 200 km/h por el desierto, frenar de golpe, reducir marcha y empezar a trepar por rocas del tamaño de un coche. Literalmente.
Motor V8 turbo, chasis tubular, neumáticos de 42” y alma de drift: pura locura en movimiento
Todo en el ‘El Bandito’ es descomunal. Los neumáticos, por ejemplo, son Nitto Trail Grappler de 42”, montados sobre llantas de 20" con doble beadlock para no desmontarse incluso con presiones bajísimas. Y el chasis ya no es el de un Bronco original, sino un bastidor tubular de cromoly fabricado por Kibbetech, especialistas en pre-runners de lujo.
La carrocería este forajido con nombre de los bandidos que recorrían antaño México y el suroeste de EEUU está hecha con paneles de fibra de vidrio y detalles en carbono.
Cada elemento tiene una función clara: voladizos recortados para mejores ángulos de ataque y salida, protecciones inferiores para aguantar impactos a más de 100 km/h contra piedras, y una aerodinámica pensada más para volar que para rodar.
En una prueba reciente, los compañeros de Top Gear en EEUU lo han descrito como una "fiesta sobre ruedas". Y no es para menos. Su experiencia al volante incluyó saltos de película, derrapes en tierra, polvo, ruido ensordecedor y una exigencia física que agota hasta a los más curtidos. Con más de dos toneladas, el Bandito vuela como si pesara la mitad.
“Probablemente no es el mejor en nada, pero lo hace todo… y es divertidísimo”, dicen en el vídeo. Una descripción perfecta para este prototipo que mezcla lo mejor del Ultra y los trophy trucks, sin olvidar su pasado como Ford Bronco de calle.
Sin duda, un homenaje al drift, al desierto, a la velocidad, el polvo y la locura. Un coche que no tiene sentido… y precisamente por eso nos encanta.
Imágenes | Ford Performance, Bronco 6G forum