Este hombre robó un tanque y provocó el caos en la ciudad. Fue tan salvaje que los creadores de GTA lo incluyeron en sus juegos

Este hombre robó un tanque y provocó el caos en la ciudad. Fue tan salvaje que los creadores de GTA lo incluyeron en sus juegos
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Estás tranquilamente en tu casa y oyes el rugido de un motor y luego un estruendo metálico, como de coches que chocan entre sí. “Esta vez el idiota del vecino se la ha pegado con su Ford Mustang”, piensas. Miras fuera y no, no es el vecino y su deportivo. Es un tanque, con su cañón apuntando al vecindario y llevándose todo lo que puede por delante.

No es la misión de GTA Vice City en la que debes robar un tanque ni cuando, en GTA V,  te sueltas y los destruyes todo. Es una historia muy real y que impactó tanto a los creadores de Gran Theft Auto, GTA, para los amigos, que tuvieron que incluirla en sus juegos. Esta es la historia de la persecución policial más brutal de la historia, o como Shawn Nelson marcó tanto las mentes de la gente que se hizo un hueco en la cultura popular sin saberlo.

El incidente real que inspiró a los creadores de GTA

El 17 de mayo de 1995, la novia de un fontanero de San Diego (California) rompe con él. Es la gota que colma el vaso de Shawn Nelson. Este veterano originario de Florida, que condujo tanques en el ejército y estuvo estacionado en una base estadounidense en Alemania, ya no puede más.

Desde su divorcio cuatro años atrás (su mujer ya no aguantaba su alcoholismo) no levanta cabeza. Su empresa de fontanería se va a pique, se le acumulan las deudas y las facturas médicas y ya no puede pagar la hipoteca. Y ahora su novia lo deja. “Se acabó”, debió pensar.

Se subió a su coche y se acercó al pequeño cuartel de la Guardia Nacional donde la seguridad es claramente mínima y deficiente. Nelson se coló en la zona técnica e intentó robar un tanque, sin éxito. Lo intentó con el de al lado y no hubo manera. A la tercera va la vencida, y el tercer tanque con el que lo intenta arranca. Al fin la seguridad se da cuenta que hay alguien en un tanque que no debería de estar ahí. Ya es tarde, Nelson se larga a los mandos de un M60 A3.

Por suerte, no había munición en el vehículo, ni para su cañón de 105 milímetros ni para las ametralladoras pesadas. Aun así, el M60 A3 es una mole de 57 toneladas y 9,4 m de largo que puede alcanzar los 70 km/h con una autonomía de casi 480 km gracias a su 12 cilindros diésel de 750 CV a 2.400 rpm. Nelson va a causar daños de todos modos.

Se soltó completamente arrasando las calles de San Diego. Al recibir la alerta y las llamadas de ciudadanos, la policía llamó a todos los oficiales disponibles para detenerlo, pero cuando la policía llegó, los agentes no se lo podían creer. Estupefactos veían como una montaña de acero con más blindaje que todos los coches de policía juntos que se estaba llevando por delante los postes de la luz, los semáforos y aplastando todos los coches que podía.

La policía optó entonces por ir despejando las calles por las que Nelson iba, para intentar evitar evitar que hubiera víctimas mortales. Y es que Nelson condujo el tanque a través de barrios residenciales de San Diego, donde los residentes describieron la destrucción como intencionada.

“No fue por el centro de la calle. Parece que sólo quería causar el mayor daño posible sin herir a la gente”, relatan los testigos de la época. A lo largo de una distancia de casi 10 km golpeó puentes, una parada de autobús, bocas de incendios, semáforos, embistió 40 coches, aplastando algunos hasta el punto que no medían más que 75 cm de alto, y dejó sin electricidad a unos 5.100 hogares. Nelson no causó heridos durante su “misión” de 25 minutos.

Después de un rato de destrucción, Nelson entró en la autovía y la policía la cerró al tráfico. Nelson intentó derribar una pasarela para bloquear a los coches patrullas que lo perseguían, pero el puente resistió. Finalmente, quiso salir de la autovía y cruzó la barrera de cemento que separa los dos sentidos de circulación, pero el tanque se quedó bloqueado al romperse una de las orugas.

Cuatro agentes de la policía abordaron entonces el tanque y abrieron la escotilla con cizallas, pues estaba en la posición “bloqueo de combate”. Nelson se negó a rendirse e intentó desalojar a los policías haciendo girar el tanque sobre sí mismo.

Los policías presentes decidieron dispararle. Shawn Nelson falleció por las heridas de bala de la policía, tras haber causado cientos de miles de dólares en daños materiales, sin herir a nadie y haberse convertido, años más tarde, en una misión de GTA. ¿Volveremos a poder robar un tanque en el inminente GTA VI? Respuesta en unos días.

Imágenes | CBS 8 San Diego

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