"Ya no desarrollaremos un nuevo motor de combustión, sino que adaptaremos nuestros motores de combustión existentes a las nuevas pautas de emisiones". Esto es lo que decía el por entonces CEO de Audi, Markus Duesmann, en 2021. La normativa europea sobre emisiones CO₂ pintaba un escenario apocalíptico para la industria automotriz y pronto casi todas las marcas se tiraron a la piscina anunciado su total electrificación a partir de 2030.
Cuatro años después el panorama ha dado un giro: la UE se está replanteando la norma, EEUU quiere matar al coche eléctrico y las marcas entonan el 'donde dije digo'. Una de ellas es Audi: su nuevo CEO ha declarado que los planes de la marca de renunciar a los motores de combustión a partir de 2026 no eran muy acertados, así que lanzarán "una línea completamente nueva de vehículos con motor de combustión interna e híbridos enchufables".
Más motores híbridos enchufables para la próxima década
El director ejecutivo de Audi, Gernot Döllner, ha declarado a Autocar las intenciones de la firma de dar marcha atrás en sus planes de electrificación: "Audi lanzará entre 2024 y 2026 una línea completamente nueva de vehículos con motor de combustión interna e híbridos enchufables, y eso nos da una flexibilidad total durante al menos otros siete, ocho, tal vez 10 años, y luego veremos cómo se desarrollan nuestros mercados", ha explicado.
Döllner ha defendido que esa decisión fue tomada por la dirección anterior, y que él no comulgaba con ella. Así que veremos nuevos modelos Audi con motores de combustión y también híbridos, y en 2026 quizá un modelo 100 % eléctrico del tamaño del A3. La compañía de los cuatro aros también está eliminando algunos modelos de gama baja de su catálogo, como el A1 y el Q2, lo que significa que el A3 y el Q3 se convertirán en los modelos de entrada de la marca.
Döllner también confirmó que Audi liderará el desarrollo de todas las arquitecturas de hardware y software del Grupo Volkswagen para modelos más grandes en el futuro (esencialmente, cualquier vehículo a partir del tamaño del A5), incluyendo la plataforma SSP de próxima generación, que permitirá al Grupo migrar por primera vez a vehículos definidos por software, detalla Autocar.
Es solo una de muchas marcas que han dado marcha atrás en sus planes de electrificación. Mientras que Toyota se ha mantenido siempre fiel a los híbridos, gigantes como Volkswagen planean cerrar fábricas y otros como Stellantis están cancelando inversiones de miles de millones en electrificación de marcas como Maserati.
Honda no es menos y ha reconocido que sus cálculos no eran muy realistas y que no va a llegar a ese 30 % de ventas de vehículos eléctricos para 2030, borrando de un plumazo una inversión de cerca de 18.500 millones de euros. Siguen sin encontrar la fórmula que les permita que el coche eléctrico sea rentable mientras la UE se replantea la prohibición de vender vehículos de combustión en 2035 y Donald Trump entierra cualquier avance para el coche eléctrico en EEUU.
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