"Nos sentimos señalados". A medida que se conoce más sobre el apagón que sufrió España, menos responsabilidad parece que tuvieran las renovables

"Nos sentimos señalados". A medida que se conoce más sobre el apagón que sufrió España, menos responsabilidad parece que tuvieran las renovables
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Cuando, a las 12.33 horas del 28 de abril de 2025, España y Portugal sufrieron un apagón en sus redes eléctricas, los primeros intentos de explicación empezaron a volar a toda velocidad, a menudo rozando la desinformación. Pico de consumo, un incendio en Francia cerca de la frontera, una extraña perturbación atmosférica y, por supuesto, el fracaso de las energías renovables.

Nada de esto se ha demostrado hasta la fecha. Es más, cada vez parece menos probable que las energías sean las responsables. En realidad, como ocurre con los accidentes, no hay una causa única y es más probable que todo se deba a una serie de incidentes o fallos que han desembocado en un apagón peninsular. Y en esta cadena de eventos, las energías renovables sin duda tuvieron un papel clave en el desenlace sin por ello ser las culpables primigenias.

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El pasado 28 de abril, cerca de las 12h30, la red española perdió 15 gigavatios de producción en cuestión de segundos. Esos 15 GW equivalen al 60% del consumo de España en ese momento, como muestra el cuadro de mandos de ENTSO-E, el organismo europeo que agrupa a los gestores eléctricos de los países miembros de la Unión Europea. Descartado el ciberataque y los incendios así como un posible “evento atmosférico extremo”, tanto por parte de AEMET como por su homólogo galo Météo-France, las hipótesis se centraron en las energías renovables.

Y más concretamente en la falta de inercia de las renovables. En una red eléctrica, la inercia se refiere a la capacidad del sistema para resistir cambios rápidos en la frecuencia cuando ocurre una perturbación, como una desconexión súbita de generación o carga. La inercia es fundamental para mantener la estabilidad del sistema y permitir que la red se recupere de estas perturbaciones, evitando apagones o daños a los equipos.

Paneles Solares

La inercia en el sistema interconectado europeo la aportan las grandes turbinas y generadores síncronos que giran a una velocidad de 50 ciclos por segundo para mantener la frecuencia de 50 Hz, como la que tiene Irlanda en su central de Moneypoint, pues apenas tiene conexiones con el Reino Unido y ninguna con el continente y necesita estabilizar su red.

Las fuentes de energías renovables variables, como la solar fotovoltaica, no tienen la capacidad de modular su frecuencia como sí las hidroeléctricas o las centrales de gas (de ahí que España incremente sus compras de gas, para tener un extra de inercia) que actúan como un amortiguador natural contra las perturbaciones, ayudando a mantener estable la frecuencia ante cambios repentinos en la generación o la demanda. Y esto podría ser una de los eventos que terminaron de sumar a la península ibérica en un apagón.

Sin embargo, según explica la vicepresidenta tercera Sara Aagesen, en los momentos previos al apagón, el sistema eléctrico peninsular contaba con un nivel de inercia "acorde a las recomendaciones", según los datos que Red Eléctrica compartió con el Gobierno. Entso-E impone un objetivo de dos segundos en toda la red europea y en España era de 2,3 segundos, como recoge Europa Press. Así, tampoco sería por culpa de la falta de inercia en el sistema eléctrico peninsular.

Las investigaciones apuntan ahora a una serie de perturbaciones que precedieron al apagón. Se detectaron oscilaciones en el sistema eléctrico europeo horas antes del fallo, según Entso-E.

“Durante la media hora que precedió al incidente, se observaron dos periodos de oscilaciones (oscilaciones de potencia y de frecuencia) en la zona síncrona de Europa continental, entre las 12:03 y las 12:07 CET y entre las 12:19 y las 12:21 CET respectivamente. Tanto Red Eléctrica de España como RTE (Francia) tomaron medidas para mitigar estas oscilaciones. En el momento del incidente, no había oscilaciones y las variables del sistema eléctrico estaban dentro del rango normal de funcionamiento”.

Además, la red eléctrica española estaba en una fase de exportación antes del incidente: 1.000 MW hacia Francia, 2.000 MW hacia Portugal y 800 MW hacia Marruecos.

Para Luis Badesa, profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, "dos fallos casi a la vez son muy poco probables y apuntan a un suceso común", planteando como sospechosas las "sobretensiones en líneas de 400 kV del suroeste, quizá ligadas a las oscilaciones previas".

El punto de inflexión llegó a las 12:33:20, cuando la península perdió la conexión con Francia al desconectarse ésta de la península por seguridad. En ese momento crítico, con un 70% de la electricidad proveniente de fuentes renovables (59% solar y 11% eólica), la escasa inercia del sistema aislado sí jugó un papel determinante.

En realidad, todavía no se conocen las verdaderas razones, y con razón, la investigación no ha hecho más que empezar. La está llevando a cabo ENTSO-E y podría durar hasta seis meses.

Imágenes | Pexels

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