
China alberga auténticas maravillas en ingeniería de infraestructura, como una mega autopista marítima o los puentes más altos del planeta. Y entre sus creaciones tan locas como avanzadas encontramos los ascensores de barcos más increíbles que existen: el elevador de la presa de las Tres Gargantas y el de la presa de Goupitan.
Estas obras colosales han sido concebidas para facilitar el tráfico fluvial: las presas son necesarias, pero suponen un problema para que enormes barcos naveguen por los ríos. Es justo lo que solucionan estos ascensores descomunales, que permiten a buques y cruceros literalmente navegar por las montañas.
Barcos que navegan hasta a 200 m de altura
Una presa divide un río en dos secciones con diferentes alturas, creando desniveles que llegan a superar el centenar de metros. Para que los barcos puedan sortear estas estructuras, tradicionalmente se ha recurrido a esclusas: grandes cámaras llenas de agua selladas por compuertas. Los barcos entran en estas cámaras, y el nivel del agua se sube o se baja para igualarlo. Esto exige mucho espacio, y entre tres y cuatro horas para que la embarcación salve la presa.
Su evolución son los ascensores o elevadores de barcos: acortan los tiempos de paso, reduciendo el trayecto y sus costes. No son muchas, pero ya existen varias de estas infraestructuras. Por ejemplo, el de la presa de Krymsk en Rusia o el de la de la Ferk Wheel en Escocia. Pero los dos de China son los más de mayor tamaño.
Elevador de la Presa de las Tres Gargantas: un ascensor gigante para una presa sin igual
Este ascensor presume de ser el más grande de su especie. Al menos de momento porque en Australia se está concibiendo el de mayor capacidad: el Darwin Shiplift para hasta 5.500 toneladas. Está a la altura de la presa que salva: la de las Tres Gargantas, la más gigantesca concebida actualmente. Tanto que ha desviado el eje de la Tierra.
En esta presa que divide el río Yangtsé en la provincia de Hube recurren a un único elevador que, hoy por hoy, es el que puede soportar embarcaciones más pesadas: de hasta 3.000 toneladas. Las sube o baja a un máximo de 113 m, y los barcos tardan únicamente 40 minutos en atravesarla.
En el elevador de barcos de la Presa de las Tres Gargantas la protagonista es la plataforma de elevación vertical, que es la que se lleva el récord de tamaño. Es una especie de bañera gigantesca: firma los 120 m de largo, los 18 m de ancho y los 3,5 m de profundidad (en superficie útil).
Esta plataforma se eleva por una estructura formada por cuatro torres de hormigón armado de 169 m de altura, que se asientan en una losa de cimentación continua. Lo hace mediante 256 cuerdas conectadas con 128 poleas dobles, que equilibran el elevador con contrapesos. Con estos ingredientes, este ascensor puede elevar embarcaciones del tamaño de edificios.
Desde que se inauguró en 2016 ha permitido el paso a través de la presa a 28.500 buques y ha elevado o bajado 15,49 millones de toneladas de carga. Se señala que ha reducido los costes logísticos en un 25 %. También se ha convertido en una atracción turística en sí: hay cruceros que incluyen el paso por la presa en la experiencia.
Presa de Goupitan: un rascacielos navegable en la montaña con tres ascensores
Este otro elevador, que comenzó a operar en 2021, tiene el honor de ser el más alto jamás concebido: se eleva hasta 199 m, que viene a ser el tamaño de un rascacielos de 60 pisos. Esto en una intrincada estructura que atraviesa montañas y que ya en sí es digna de ver. Para hacerla posible, se invirtió unos 88.000 millones de euros al cambio. Se ubica en el río Wu, en la provincia de Guizhou.
A diferencia de la de las Tres Gargantas, no se compone de un solo elevador si no de tres ascensores. Estas plataformas van conectadas por acueductos y el recorrido se extiende unos 2,3 km. Dependiendo del nivel del agua, el primer ascensor eleva embarcaciones entre 72 y 79 m; el segundo a una altura fija de 127 m y el último hasta a 47 m, siendo también variable.
Cada uno de estos ascensores presume de una capacidad de elevación de 1.800 toneladas y lo hace a una velocidad de unos 8 m por minuto. Esto se traduce en que pueden levantar o descender una embarcación de 500 toneladas en únicamente 10 minutos.
Al paso de esta locura, los barcos literalmente navegan sobre la montaña, deslizándose por sus canales suspendidos. De ahí que sea una maravilla viral y aún más atracción turística que la de las Tres Gargantas. Y es que además de cruceros, también goza de miradores cercanos para admirar su magnificencia y como van cruzándola enormes embarcaciones de todo tipo. Ya es todo un icono de turismo industrial en China.
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