Mientras en muchos países los proyectos de obra pública se eternizan, en pleno corazón de Shanghái (China), la preservación de un complejo de casas centenarias ha protagonizado una de las hazañas más impresionantes de la ingeniería moderna. No se han demolido ni se han desmantelado: se han movido como si fueran casas con patas.
Gracias a 432 pequeños robots, el complejo Huayanli, con más de 7.500 toneladas de historia, cemento y ladrillo, ha sido trasladado para facilitar la construcción de un nuevo espacio subterráneo y la reparación de los cimientos. Y lo más increíble: lo han movido a razón de 10 metros por día durante tres semanas.
Patrimonio "con patas": un barrio centenario, en movimiento
El complejo Huayanli, situado en Zhangyuan, en el distrito de Jing’an, forma parte del estilo arquitectónico 'shikumen', una seña de identidad de Shanghái que mezcla elementos tradicionales chinos con estructuras de inspiración occidental. Estas casas de dos pisos, de ladrillo, con patios interiores y arcos de piedra en las entradas, fueron el hogar de miles de personas en la ciudad durante el siglo XX.
Sin embargo, Shanghái también es sinónimo de modernidad. Bajo este histórico conjunto, la ciudad tenía planes: un espacio subterráneo de tres plantas con intercambiador de metro, zonas comerciales, más de 100 plazas de aparcamiento y nuevas infraestructuras. ¿Cómo avanzar sin borrar la historia? Pues moverlo todo sin desmontarlo y, de paso, reforzar cimientos.
El traslado comenzó el 19 de mayo de 2025 y terminó el 7 de junio. En ese tiempo, 432 minirobots levantaron y desplazaron más de 7.500 toneladas de historia. Cada robot, del tamaño de la palma de una mano, estaba equipado con un pequeño gato hidráulico y un sistema de ruedas o raíles. Trabajando por parejas bajo las columnas del edificio, iban elevando y empujando milímetro a milímetro las estructuras. Un avance lento, sí, pero extraordinariamente preciso y seguro. Este vídeo lo detalla:
Estos pequeños titanes de acero y sensores estaban coordinados con un sistema de inteligencia artificial que recibía datos en tiempo real y ajustaba el ritmo y la posición de cada robot. Estos podían maniobrar por pasillos de apenas 1,2 metros de ancho.
Tecnología al servicio de la historia: Robots de bolsillo que cargan toneladas
El trabajo previo para preparar la operación fue tan crucial como el movimiento en sí. Según explican medios locales, los ingenieros emplearon tecnologías como el modelado BIM y el escaneo láser de nubes de puntos para crear un gemelo digital en 3D de todo el complejo. Con él pudieron anticipar colisiones entre robots, planificar la ruta y diseñar cada paso del proceso sin margen de error.
Además, para preparar el terreno, otros robots excavadores especializados trabajaron en la cimentación: equipados con brazos articulados y dotados de tecnología de última generación, perforaron pilotes con precisión quirúrgica incluso bajo los edificios existentes. Todo el proceso, desde la planificación hasta la ejecución, se diseñó como si fuera una cadena de montaje robótica de alta precisión.
Imágenes | Travelchinaguide.com, South China Morning Post
